El acoso moral en el trabajo, en los últimos años, se convirtió en una preocupación social, siendo una situación que históricamente viene acompañando al hombre.
Una de las primeras publicaciones sobre el tema fue realizada por Brodsky en 1976 (“TRABAJADOR HOSTIGADO”). A partir de la década del ´80 Leymann y otros llevaron el acoso laboral a su inclusión como riesgo psicosocial. Se define como una situación de hostigamiento por parte de individuos a los que se les dio un lugar de poder en empresas, instituciones o todo ámbito donde el poder se representa de forma piramidal (gerentes, jefes de personal, directores o capataces) quienes con el fin de obtener réditos personales utilizan a los empleados como objetos sin tener en cuenta su nivel de conocimiento, preparación, horarios ni los derechos que los amparan, como si las leyes y las normas no existieran pretendiendo erigirse ellos mismos en la ley y el poder único. Sus acciones son conscientes y voluntarias.
Cuando el acosado considera tener derechos y defenderse se convierte en el blanco de la agresión, provocando una rabia fría en el agresor quien abusando de su poder utilizará palabras agraviantes para con su víctima, lo rotará de áreas, cambiará con frecuencia sus horarios, le ordenará realizar tareas no adecuadas a su función o salario acordado con la empresa o institución Independientemente de su capacidad o entrenamiento no recibirá ascensos, o se le permitirá rendir para jerarquizar.
Los compañeros para pertenecer o creer pertenecer al grupo y mostrar acuerdo con la autoridad, o bien por temor reverencial continuarán con el maltrato, dejándolo solo, haciendo comentarios personales agresivos, o simplemente haciendo como si no estuviese.
Ante esta situación, quien no quiere ser avasallado pero si cumplir su tarea, cuando intenta recurrir al diálogo se lo rechazará y se le responderá evasiva e inadecuadamente o simplemente se le negará hasta el saludo generando un estado de aislamiento en el entorno laboral. Esto genera trastornos psicofísicos, cefaleas, trastornos digestivos, palpitaciones, trastornos del sueño y comportamiento inadecuado, la víctima en un primer momento usando el mecanismo de defensa de negación tratará de creer que lo puede superar, e intenta no darle la jerarquía que tiene hasta que se ve inmerso en una enorme telaraña donde muchas veces el daño es irreparable.
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Estas situaciones tienden a prolongarse en el tiempo , llevando a un cuadro de estrés crónico, y aún más grave pero cierto la presentación de enfermedades oncológicas.
En muchas ocasiones, sus compañeros de trabajo por miedo, egoísmo o bajeza deciden mantenerse al margen contribuyendo a generar daño. La envidia es un componente importante en estos casos.
La solución a este tipo de problemas sólo puede darse por un camino multidisciplinario, donde psicólogos, asistentes sociales, abogados, sindicatos y autoridades del área del trabajo tomen intervención en los casos de acoso manifiesto, basándose en la existencia de legislación específica referida a violencia laboral (Ley 13.168 de la prov. de BA).
Es necesario intervenir por la salud y protección de las personas, preservando su identidad y dignidad individual dentro y fuera de su lugar de trabajo.
Te cruzaste con un jefe de este tipo?? Cómo lo resolviste?? Contame!
Espero tus comentarios.
Besos!
Dra Patricia R. Raimundo
Esp. En psiquiatría y Psicología clínica
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